En relación con el sentido externo, el espacio constituye la imagen pura de todas las magnitudes (quanta), mientras que el tiempo lo es de todos los objetos de los sentidos. El esquema puro de la magnitud (quantitas), entendida como concepto del entendimiento, es, en cambio, el número, el cual constituye una representación que comprende la sucesiva adición de unidades homogéneas. El número no es, pues, otra cosa que la unidad de síntesis de lo diverso de una intuición homogénea en general, unidad obtenida al producir yo el tiempo mismo en la aprehensión de la intuición.
Crítica de la razón pura, A142-3 -B182. (Edición de Pedro Ribas, Alfaguara, Madrid 1988, p.185-186). |