El Yo pienso tiene que poder acompañar todas mis representaciones. [...] La representación que puede darse con anterioridad a todo pensar recibe el nombre de intuición [...]. La llamo apercepción pura para distinguirla de la empírica [...]. Igualmente, llamo a la unidad de apercepción la unidad trascendental de la autoconciencia [...]. La unidad sintética de apercepción es, por tanto, el concepto más elevado del que ha de depender todo uso del entendimiento [...]. Es más, esta facultad es el entendimiento mismo.
Crítica de la razón pura, Analítica trasc., § 16, B132 y nota k (Alfaguara, Madrid 1988, 6ª ed., p. 153-154). |