La intencionalidad es lo que caracteriza la conciencia en su pleno sentido [...] Entendemos por intencionalidad la peculiaridad de las vivencias de «ser conciencia de algo». Ante todo nos salió al encuentro esta maravillosa peculiaridad, a la que retrotraen todos los enigmas de la teoría de la razón y de la metafísica, en el cogito explícito: una percepción es percepción de algo, digamos de una cosa; un juzgar es un juzgar de una relación objetiva; una valoración, de una relación de valor; un deseo, de un objeto deseado, etc. El obrar se refiere a la obra, el hacer a lo hecho, el amar a lo amado, el regocijarse a lo regocijante, etc. En todo cogito actual, una «mirada» que irradia del yo puro se dirige al «objeto» que es el respectivo correlato de la conciencia, a la cosa, la relación objetiva, etc., y lleva a cabo una muy diversa conciencia de él.
Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica, § 84 (FCE, México-Buenos Aires 1949, p. 198-199). |