El λόγος permite ver algo (φαίνεσθαι), a saber, aquello de que se habla, y lo permite ver al que habla (voz media) o a los que hablan unos con otros. [...] En el habla (άπόφανσις), si es genuina,, debe sacarse lo que se habla de aquello de que se habla, de suerte que la comunicación por medio del habla hace en lo que dice patente así accesible al otro aquello de que habla. Tal es la estructura del λόγος como άπόφανσις . No a todo «hablar» le es peculiar este modo del hacer patente en el sentido de «permitir ver» que muestra. El ruego (εὐχή), por ejemplo, hace también patente, pero de otro modo.
En la manera concreta de llevarlo a cabo tiene el hablar (permitir ver) el carácter de proferir sonidos, voces, vocablos, palabras. El λόγος es φωνή y además φωνή μετά φαντασίας -sonidos o voces en que siempre se avista algo.
Y sólo porque la función del λόγος como άπόφανσις consiste en el permitir ver algo mostrándolo, puede tener el λόγος la forma estructural de la σύνθεσις. Síntesis no quiere decir aquí unión ni enlace de representaciones [...] El συν tiene aquí una significación puramente apofántica y quiere decir: permitir ver algo en su estar junto con algo, permitir ver algo como algo.
Y nuevamente, porque el λόγος es un permitir ver, por ello puede ser verdadero o falso. Todo se reduce también a librarse de un artificial concepto de verdad en el sentido de una «concordancia». [...] El «ser verdad» del λόγος como άλήθεύειν quiere decir: en el λέγειν como άπόφαίνεσθαι, sacar de su ocultamiento al ente de que se habla y permitir verlo, descubrirlo como no oculto (ἀλήθές). Igualmente quiere decir el «ser falso», ψεύθεσθα, lo mismo que engañar en sentido de encubrir: poner algo ante algo (en el modo del permitir ver) y hacerlo pasar por algo que ello no es.
Pero por tener «verdad» este sentido y ser el λόγος un determinado modo de permitir ver, no puede considerarse justamente al λόγος como el «lugar» primario de la verdad. Cuando, como hoy, se ha vuelto de todo punto usual, se define la verdad como aquello que conviene «propiamente» al juicio, y encima se apela en favor de esta tesis a Aristóteles, se trata tanto de una apelación injustificada cuanto, y ante todo, de una mala inteligencia del concepto griego de verdad. «Verdadera» es en el sentido griego, y encima más originalmente que el llamado λόγος, la "αἴσϑησις, la simple percepción sensible de algo. En cuanto que cada "αἴσϑησις apunta a sus ἴδια, a los entes genuinamente accesibles justo sólo mediante ella y para ella, por ejemplo, al ver a los colores, es la percepción siempre verdadera. Lo que quiere decir: el ver descubre siempre colores, el oír descubre siempre sonidos. En el sentido original y más puro, «verdadero», es decir, simplemente descubridor, de tal suerte que nunca puede encubrir, es el puro νοείν, el percibir, con sólo dirigir la vista, las más simples determinaciones del ser de los entes en cuanto tales. Este νοείν no puede nunca encubrir, nuca ser falso; puede, en todo caso, quedarse en un no-percibir, un άγνοείν, un no bastar para el simple acceso adecuado.
Lo que ya no se lleva a cabo en la forma del puro permitir ver, sino que al mostrar recurre siempre a otra cosa y así permite ver siempre algo como algo, carga debido a esta estructura sintética con la posibilidad de encubrir. La «verdad del juicio» es sólo el caso contrario de este encubrir -es decir, un fenómeno de la verdad de fundamento múltiple. Realismo e idealismo desconocen con la misma radicalidad el sentido del concepto griego de verdad, que es el único por el que se puede comprender la posibilidad de lo que se dice una «teoría de las ideas» como conocimiento filosófico.
Y porque la función del λόγος consiste en el simple permitir ver algo, en el permitir percibir los entes, puede λόγος significar también «percepción racional» y «razón». Y porque, una vez más, no sólo se usa λόγος en la significación de λέγειν, sino al par en la de λεγόμενον, lo mostrado en cuanto tal, y porque esto no es otra cosa que lo ύποχείμενον, lo que como «ante los ojos» sirve siempre ya de fundamento a todo posible «decir de...» y que «decir de...», quiere decir λόγος qua λεγόμενον fundamento, razón de ser, ratio. Y porque finalmente λόγος qua λεγόμενον puede significar también aquello de que se dice algo en cuanto se ha vuelto visible en su relación a algo, tomándolo en su «ser relato», cobra λόγος la significación de relación y proporción.
El ser y el tiempo, F.C.E., México 1974, 5ª § 7 B, p. 43-45. |