Las cosas perecen en aquellas de las que han recibido su ser, como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución por su injusticia según el ordenamiento del tiempo.
(Simplicio, sobre Anaximandro. Física, 24,13, DK, A9 y B I.)
Anaximandro de Mileto, hijo de Praxíades, dice que el primer principio de las cosas que existen es lo ilimitado, porque todas las cosas se originan de él, y en él perecen. Por ello innumerables mundos nacen y de nuevo se disuelven en aquello de lo que surgieron
(Aecio (A 14))
Textos extraídos de Guthrie, W.K.C., Historia de la filosofía griega, Gredos, Madrid 1984, Vol.I. |