Un programa de investigación se plasma en una secuencia de teorías, en la que cada una de ellas es una modificación de su predecesora. La secuencia se desarrolla a lo largo del tiempo respondiendo a la heurística positiva del programa. La heurística positiva estipula (o al menos sugiere) qué tipos de cambios de teorías son respuestas apropiadas a anomalías.
Un programa de investigación tiene tanto un componente estático como un componente dinámico. El componente estático es un núcleo central de leyes y asunciones no expuestas a la falsación. El componente dinámico es un cinturón protector de hipótesis auxiliares formuladas en el curso de la aplicación del núcleo central a fenómenos adicionales.
Aceptar un programa de investigación es aceptar como inviolable un núcleo central de leyes y asunciones. Los practicantes que aceptan el programa de investigación dirigen todos sus tests al cinturón protector de hipótesis auxiliares.
J. Losee, Filosofía de la ciencia e investigación histórica, Alianza, Madrid 1989, 118-119. |