Las ciencias naturales sólo extraen de la vivencia los contenidos de los cambios en el mundo físico independiente de nosotros. Así, el conocimiento de la naturaleza sólo tiene que ver con los fenómenos para la conciencia. El objeto de las ciencias, el espíritu, en cambio, es la realidad de las vivencias mismas dadas por la experiencia interior.
W. Dilthey, La esencia de la filosofía, Losada, Buenos Aires, 1968, 4ª ed., p. 82. |