El fenómeno del que la explicación tiene que dar cuenta lo denominaremos de ahora en adelante fenómeno explanandum; al enunciado que lo describe, enunciado explanandum.[...] A los enunciados que especifican la información explicativa [...] los denominaremos enunciados explanantes; todos ellos formarán el explanans.
C.G. Hempel, Filosofía de la ciencia natural, Alianza, Madrid 1973, p. 80. |