Lo verdadero es el todo. Pero el todo es solamente la esencia que se completa mediante el desarrollo. De lo absoluto hay que decir que es esencialmente resultado, que sólo al final es lo que es en verdad, y en ello estriba su naturaleza, que es la de ser real, sujeto o devenir de sí mismo.
G.W.F. Hegel, Fenomenología del espíritu, FCE, México 1971, p. 16. |