Carnap: hechos científicos

Extractos de obras

Los científicos a menudo se refieren a enunciados universales-o, más bien, a lo que expresan tales enunciados- como a «hechos». Olvidan que la palabra «hecho» se aplicaba originalmente a sucesos singulares (y es éste exclusivamente el sentido en el cual la aplicaremos). Si se interroga a un científico acerca de la ley de la dilatación térmica, quizá responda: «¡Ah!, la dilatación térmica. Es uno de los hechos conocidos y básicos de la física». Análogamente, hablamos del hecho de que una corriente eléctrica genera calor, del hecho de que la electricidad produce magnetismo, etcétera. A veces, se los considera «hechos» familiares de la física. Para evitar malentendidos, preferimos no llamar «hechos» a tales enunciados. Los hechos son sucesos particulares. «Esta mañana en el laboratorio hice pasar una corriente eléctrica a través de un solenoide dentro del cual se hallaba un cuerpo de hierro y hallé que éste se hacía magnético». Esto es un hecho, a menos, por supuesto, que yo me haya engañado de alguna manera. Sin embargo, si yo estaba en mis cabales, si no había demasiada bruma en la habitación, y si nadie había metido baza en el aparato para hacerme una broma, puedo afirmar como observación fáctica que esta mañana se produjo esa sucesión de acontecimientos. Cuando usemos la palabra «hecho», lo haremos en el sentido singular para distinguir claramente estos enunciados de los universales. A estos enunciados universales los llamaremos «leyes», aunque sean tan elementales como la ley de la dilatación térmica o aunque sean aún más elementales, como los enunciados del tipo «todos los cuervos son negros». No sé si este enunciado es verdadero, pero, suponiendo que lo sea, llamaremos a tal enunciado una ley de la zoología. Los zoólogos pueden hablar informalmente de «hechos» tales como que «el cuervo es negro» o «el pulpo tiene ocho brazos», pero en nuestra terminología más precisa, los enunciados de este tipo serán llamados «leyes». [...]

La ciencia comienza con observaciones directas de hechos aislados. No hay otra cosa que sea observable. Una regularidad no es directamente observable, por cierto. Las regularidades se descubren solamente cuando se comparan muchas observaciones. Estas regularidades se expresan mediante enunciados llamados «leyes».

Fundamentación lógica de la física, Sudamericana, Buenos Aires 1969, p. 15-17.