(del griego δέοντος deontos, lo necesario, y λόγος, logos, discurso: discurso necesario, o sobre lo que debe hacerse)
Etimológicamente, moral, ético. Éste es su sentido amplio, pero, en su sentido estricto, se refiere a la moral propia de una profesión liberal. En este sentido, se habla de «códigos deontológicos», que recogen las normas, morales y legales, con que se lleva a cabo una profesión. Aplicado como adjetivo a ética, «ética deontológica» se opone a «ética finalista», también llamada «ética teleológica»: ésta es la ética que se funda en un fin que se quiere conseguir, y tiene en cuenta, por tanto, fines y consecuencias; aquélla, la que tiene en cuenta sólo la moralidad en sí misma, el deber o la obligación. La ética deontológica por excelencia es la que propone la moral formal de Kant, basada en el imperativo categórico.