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(I) Se llama «potencia» o «capacidad»
(a) el principio del movimiento o del cambio que se da en otro, o bien (en lo mismo que es cambiado, pero) en tanto que otro: por ejemplo, el arte de edificar es una potencia que no se da en lo que es edificado, mientras que el arte de curar, siendo potencia, puede darse en el que es curado, pero no en tanto que es curado. En general, pues, se llama potencia o capacidad: de una parte, el principio del cambio o del movimiento que se da en otro, o bien (en lo mismo que es cambiado), pero en tanto que otro; de otra parte, (el principio según el cual algo es cambiado o movido) por la acción de otro, o bien (de ello mismo, pero) en tanto que otro (en efecto, de lo que padece decimos que es «capaz de» padecer en virtud de aquel principio según el cual padece alguna afección, bien se trata de una afección cualquiera, bien se trate no de cualquier afección, sino para mejor).
(b) Además, la capacidad de realizar algo perfectamente, o según la propia intención. A veces decimos, desde luego, que no son capaces de hablar o de andar quienes meramente hablan o andan sin hacerlo perfectamente o como querrían. Y de modo semejante en el caso del padecer.
(c) Se llaman, además, potencias todas aquellas cualidades poseídas por las cosas en cuya virtud éstas son totalmente impasibles o inmutables, o no se dejan cambiar fácilmente para peor. Y es que las cosas se rompen, se quiebran, se doblan y, en general, se destruyen, no por su potencia, sino por su impotencia y porque les falta algo. Por el contrario, son impasibles aquellas cosas que padecen difícilmente, o apenas, en virtud de su potencia, en virtud de que son potentes y poseen ciertas cualidades.
(2) Puesto que 'potencia' o 'capacidad' se dicen en todos estos sentidos, «potente» o «capaz» se dirá:
(a) en un sentido, de lo que posee un principio del movimiento o del cambio que se da en otro, o bien (en lo mismo que es cambiado, pero) en tanto que otro (también lo que es capaz de producir el reposo es algo potente);
(b) en otro sentido, si hay otra cosa que posea una potencia tal sobre ello;
(c) en otro sentido, si tiene la capacidad de cambiar de cualquier modo que sea, para peor o para mejor (también, desde luego, lo que se corrompe parece que es «capaz de» corromperse: no se corrompería si fuera incapaz de ello, pero tiene una cierta disposición, causa y principio de tal afección. Y parece que algo es capaz, a veces por poseer algo y a veces por estar privado de algo. Por tanto, si la privación es en cierto modo una posesión, todas las cosas serán tales por poseer algo, y si no, por homonimia. Conque una cosa es capaz por tener cierta posesión o principio, y también por tener la privación del mismo, si es que es posible «tener» una privación);
(d) en otro sentido, porque otra cosa, o (ella misma) en tanto que otra, no posee la potencia o el principio de su destrucción.
Y todas estas cosas se dice (que son capaces), bien solamente porque cabe que se produzcan o no se produzcan, bien porque cabe que se produzcan perfectamente. Y, desde luego, este último tipo de potencia se da también en las cosas inanimadas, por ejemplo, en los instrumentos: se dice, en efecto, que tal lira es capaz de sonar, pero tal otra no, cuando no suena bien.
(3) «impotencia» o «incapacidad» es la privación de potencia -es decir, del principio cuya naturaleza hemos explicado- que tiene lugar bien de un modo total, bien en aquello a que naturalmente corresponde poseerla ya: en efecto, nadie diría que un niño, un varón adulto y un eunuco son impotentes del mismo modo para engendrar. Además, hay un tipo de impotencia que se opone a cada uno de los dos tipos de potencia, es decir, a la que es capaz simplemente de mover, y a la que es capaz de mover perfectamente.
(4) Unas cosas se dice que son «impotentes» según este tipo de impotencia y otras que lo son en otro sentido. Éste es el caso de lo «posible» y lo «imposible»: imposible es aquello cuyo contrario es necesariamente verdadero (así, es imposible que la diagonal sea conmensurable; y puesto que es falso aquello cuyo contrario es no simplemente verdadero, sino necesariamente verdadero, que la diagonal es inconmensurable es no simplemente falso, sino necesariamente falso); lo contrario de esto, lo posible, se da, a su vez, cuando no es necesario que su contrario sea falso, por ejemplo, es posible que un hombre esté sentado, dado que no es necesariamente falso que no está sentado. Ciertamente, 'posible' significa en un sentido, como queda establecido, lo que no es necesariamente falso, en otro sentido lo que es verdadero, y en otro sentido lo que puede ser verdadero.
Por un desplazamiento del significado se llama potencia, a su vez, la que se estudia en la geometría.
Ciertamente, todos estos tipos de «posibles» no se dicen tales por respecto a la potencia o capacidad. Por su parte, las cosas que se dicen potentes o capaces por respecto a la potencia o capacidad, se dicen tales por relación a la potencia en su sentido primero que es: el principio del cambio que se da en otro, o bien (en lo mismo que es cambiado, pero) en tanto que otro. Y es que las demás cosas se dice que son potentes o capaces, las unas porque otra cosa posee una potencia tal respecto de ellas, las otras porque no la posee, las otras porque la posee de tal modo determinado. Y de modo semejante en el caso de lo impotente o incapaz.
Así pues, la definición principal de la potencia, en su sentido primario, será: principio productor de cambio en otro, o (en ello mismo, pero) en tanto que otro.
Metafísica, 1019a-1020a. (Gredos, Madrid 1994, p.234-237. Edición de Tomás Calvo). |