Tomás de Aquino: razón y entendimiento

Extractos de obras

La razón y el entendimiento no pueden ser en el hombre potencias distintas; lo que claramente se echará de ver si se consideran sus respectivos actos. En efecto, entender consiste en la simple aprehensión de la verdad inteligible; raciocinar, en cambio, es discurrir de un concepto a otro concepto para conocerla. [...] Está claro, por tanto, que el raciocinar con respecto al entender es como moverse con respecto al reposar o como el adquirir es al poseer: lo primero es propio del ser imperfecto; lo segundo del ser perfecto. [...]

Ahora bien, es indudable que el reposo y el movimiento no se reducen a potencias diversas, sino a una y la misma potencia [...], puesto que en virtud de un mismo principio se mueve localmente una cosa y o permanece quieta en un lugar.

Suma de teología, I, c. 79, a.8 (en C. Fernández, Los filósofos medievales, BAC, Madrid 1980, vol. 2, p. 564-565).