En el modo de proceder de la psicología racional domina un paralogismo que puede exponerse mediante el siguiente silogismo:
Lo que no puede ser pensado de otro modo que como sujeto, tampoco puede existir de otro modo que como sujeto y es, consiguientemente, sustancia.
Ahora bien, un ser pensante, considerado únicamente en cuanto tal, no puede ser pensado más que como sujeto.
Por consiguiente, no existe más que como tal, es decir, como sustancia.
En la premisa mayor se habla de un ser que puede ser pensado en cualquier aspecto y, consiguientemente, también tal como puede darse en la intuición. En la menor, en cambio, sólo se habla del mismo ser en la medida en que éste se considera a sí mismo como sujeto en relación con el pensamiento y la conciencia, no considerado en relación con la intuición mediante la cual es dado al pensamiento como objeto. La conclusión es, pues, deducida per sophisma figurae dictionis, es decir, mediante falacia.
Crítica de la razón pura, Dialéctica trasc., libro segundo, cap. 1, B 411, (Alfaguara, Madrid 1988, 6ª ed., p. 369). |