Jaspers: la finitud del hombre

Extractos de obras

La finitud como estigma de la condición de criatura es nota que el hombre tiene en común con todas las existencias que él ve en derredor suyo. Mas su finitud humana no es susceptible de cerrarse como llega a cerrarse toda existencia animal.

Todo animal es logrado (acabado), tiene en su limitación también su consumación con el ciclo siempre repetido de lo viviente. Sólo es entregado al acaecer natural que todo vuelve a fundirlo y todo vuelve a producirlo. Sólo al hombre lleva su finitud a la historia, y sólo en ella quiere devenir lo que él puede ser. La imposibilidad de cerrarse es un signo de su libertad.

Y esa imposibilidad de consumarse, con su consecuencia de ilimitado buscar e intentar (en vez de la vida tranquilamente supeditada, inconsciente, en ciclos que se repiten), es inseparable de su saber de ella. [...] Hay en el hombre un perderse del cual surgen para él un problema y una posibilidad. Se encuentra en la situación más llena de desesperación, pero de suerte que gracias a esta circunstancia siente el más intenso afán de elevarse mediante su libertad.

La fe filosófica, Losada, Buenos Aires 1968, 2ª ed., p. 59.