Hegel: dialéctica de la muerte

Extractos de obras

§ 375

La universalidad, según la cual el animal como individuo es una existencia finita, se muestra en él como la potencia abstracta al terminar del proceso, también abstracto, que se desarrolla dentro de él (§ 3 5 6). La inadecuación del animal a la universalidad es su enfermedad original, y es el germen innato de la muerte. La negación de esta inadecuación es precisamente el cumplimiento de su destino. El individuo se niega en cuanto él mismo modela sus singularidades sobre la universalidad. Pero con esto, por ser ésta abstracta e inmediata, alcanza solamente una objetividad abstracta, en la cual su actividad se embota, se oxifica, y la vida llega a ser un hábito privado de proceso, de modo que el individuo se mata a sí mismo.

§ 376

Pero dicha identidad, que se ha unido a lo universal, es la negación del contraste formal de la individualidad inmediata y de la universalidad de la individualidad; y es un lado solamente, a saber, el lado abstracto, la muerte del natural. Pero en la idea de la vida, la subjetividad es el concepto; y ésta es, por consiguiente, en sí el ser en sí absoluto de la realidad, y la universalidad concreta. Mediante la indicada negación de la inmediatividad de su realidad se funde con sí misma: la última exterioridad de la naturaleza es negada, y el concepto que en la naturaleza es solamente en sí, ha llegado a ser concepto por sí. La naturaleza es de este .nodo traspasada a su verdad, en la subjetividad del concepto, cuya objetividad misma es la inmediatividad negada de la individualidad, la universalidad concreta; por lo que es puesto así el concepto, el cual tiene como existencia propia la realidad que le corresponde, el concepto. Tal es el espíritu.

Enciclopedia de las ciencias filosóficas: filosofía de la naturaleza, Claridad, Buenos Aires 1969, p. 303.