Freud: el sueño, realización de deseos

Extractos de obras

Estos deseos de nuestro inconsciente, siempre en actividad y, por decirlo así, inmortales, deseos que nos recuerdan aquellos titanes de la leyenda sobre los cuales pesan desde tiempo inmemorial inmensas montañas que fueron arrojadas sobre ellos por los dioses vencedores y que aún tiemblan de tiempo en tiempo, sacudidas por las convulsiones de sus miembros; estos deseos reprimidos, repito, son también de procedencia infantil, como nos lo ha demostrado la investigación psicológica de las neurosis. Así, pues, retiraré mi afirmación anterior de que la procedencia del deseo era una cuestión indiferente, y la sustituiré por la que sigue: El deseo representado en el sueño tiene que ser un deseo infantil.En los adultos procede entonces del Inc.En los niños, en los que no existe aún la separación y la censura entre el Prec y el Inc,o en los que comienza a establecerse poco a poco, el deseo es un deseo insatisfecho, pero no reprimido, de la vida despierta.

La interpretación de los sueños,9, c(Obras completas,Biblioteca Nueva, Madrid 1967, vol. 1, p. 553).