Eugenio Trías: el principio de variación

Extractos de obras

Al principio que rige la unión sintética inmediata y sensible del singular y lo universal propiciada por la recreación lo llamaré, desde ahora en adelante, principio de variación, principio en el cual se resume mi respuesta al «problema de los universales», a la vez que se consuma la refutación en toda regla del prejuicio aristotélico revalidado por Hegel de que individum est inefabile. Tal principio es, en tanto que principio, razón o logos, fundamento de esa síntesis. Y esa razón o logos, que es inmanente y física, funda también la posibilidad de razonar, pensar, hablar. Sólo de lo singular puede hablarse, sólo de lo que es propiamente singular puede decirse propiamente algo, algo más que las empobrecidas determinaciones negativas que puedan decirse del singulare tantum, del que sólo podemos determinar su constitución positiva remontándonos de su singularidad a algún nivel de especie y generalidad, dado que ésta se encarna, sin otra diferencia que una diferencia local, en «individuos» idénticos cuya distinción es sólo numérica. [...]

De ahí que ya en la más insignificante réplica o repetición puede advertirse el trabajo de la diferencia, como ha señalado con rigor y precisión Gilles Deleuze en su obra clásica Diferencia y repetición.

Filosofía del futuro, Ariel, Barcelona 1983, p. 42.