Dos principios cardinales del empirismo permanecían siendo, empero, irrebatibles, y así permanecen hoy en día. Uno es que la evidencia, cualquiera que ésta sea, que hay para la ciencia, es evidencia sensorial. El otro, [...] es que toda inculcación de significado de palabras ha de descansar, en última instancia, en la evidencia sensible.
W.V.O. Quine, La relatividad ontológica y otros ensayos, Tecnos, Madrid 1974, p. 100. |