Por Dios entiendo una sustancia infinita, independiente, omnisciente, omnipotente, que me ha creado a mí mismo y a todas las demás cosas que existen (si es que existe alguna).
R. Descartes, Respuestas a las terceras objeciones, Objeción décima, en Meditaciones metafísicas con objeciones y respuestas (Alfaguara, Madrid 1977, p. 151). |