¿Qué es?
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Las confesiones bautismales trinitarias constituyen la base primera de la transmisión de la fe trinitaria. Se establece que Dios es un único proceso vital que se califica como esencia, naturaleza, substancia. Pero, según la revelación bíblica, el ser íntimo de Dios es una coexistencia e inmanencia de dar y recibir. En el siglo IV se ponen definitivamente las bases: el Padre sin origen engendra al Hijo y produce a través de él al Espíritu Santo; Dios como Hijo deriva del Padre y del Padre procede la espiración del Espíritu; como Espíritu procede del Padre y del Hijo y vuelve al ser único del Padre y del Hijo. En las confesiones de fe de la Iglesia antigua encontramos la terminología desarrollada en el siglo IV de “una naturaleza de tres personas” en que el Hijo es de la misma esencia y naturaleza que el Padre; el Espíritu es adorado junto con el Padre y el Hijo. La confesión de fe trinitaria constituye el cimiento cristiano y es la base de cualquier consenso cristiano. Entre las Iglesias de Oriente y Occidente hay una diferencia a propósito de la procesión del Espíritu Santo, porque la Iglesia Orienta no aceptó el apéndice según el cual el Espíritu procede “del Padre y del Hijo”. Hoy se busca la mediación y acuerdo a través de la fórmula de que el Espíritu procede del Padre a través del Hijo.