LunaEH.jpg

Fragmento de una estela de Mesopotámica, c. 2100–2050 a C.

No se ha añadido ninguna twiki todavía.

El simbolismo de la Luna se fundamenta en relación al Sol puesto que la Luna no tiene luz propia y refleja la luz del Sol como un espejo; a partir de este hecho se concibe como el modelo de pureza por excelencia, tanto en la mitología (Diana por ejemplo), como en la teología (María). Rumi, el poeta medieval, escribió que la Luna es como el Profeta que refleja a Dios, como la Luna refleja la luz del Sol. Así el místico que vive del fulgor de Dios “se asemeja a la Luna, por la cual se guían de noche los peregrinos”. Es también el símbolo de lo femenino pues está relacionada con el agua y la noche; además, su ciclo de veintiocho días tiene que ver con el ciclo menstrual. La luna, incluso en la tradiciones populares, simboliza el mundo de la magia y de las relaciones analógicas y secretas entre las diversas partes del universo, a diferencia del Sol que representa la realidad más lógica; un lunático significa en castellano: “Que padece locura, no continua, sino por intervalos” como las fases de este planeta. Simboliza los sueños y la adivinación; el pueblo dogón, por ejemplo, venera al zorro Yurugu, maestro de la adivinación y hermano de la Luna. Las tradiciones semíticas utilizan su ciclo para computar el tiempo.