Paradoxes - {{{Autor}}}

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Extractos de obras

una respuesta a la paradoja de Hempel

Hempel mismo da la primera respuesta al problema.Ante todo, debemos tener presente que «confirmar» se usa aquí en sentido técnico. No se sigue de la suposición de que un zapato blanco confirma «todos los cuervos son negros» que el hecho de observar un zapato blanco nos ponga en una situación razonable de creer que todos los cuervos son negros. En segundo lugar, hay casos en que parece del todo natural, o por lo menos mucho menos absurdo, convenir en que «una cosa no negra que no es un cuervo» (un zapato blanco, de hecho) confirme que todos los cuervos son negros, es decir, que haga una aportación positiva de cara a tener buenas razones para aceptar la hipótesis. Supongamos que nos hallamos en el campo observando pájaros. Hemos visto varios cuervos negros en los árboles y formulamos la hipótesis de que todos los cuervos son negros. En un momento determinado, nos parece ver algo blanco en la rama más elevada de un árbol. Por un instante nos estremecemos ante la posibilidad de haber hallado un contraejemplo para la hipótesis, es decir, tememos haber dado con un cuervo blanco. Una mirada más atenta nos revela que se trata de un zapato. En esta situación, es más probable que estemos dispuestos a admitir que un zapato blanco confirma la hipótesis. Hempel cuenta una historia similar, pero con un caso más realista. Investigando la hipótesis de que todas las sales de sodio arden con llama amarilla, percibimos algo que no arde con llama amarilla. Al descubrir que el objeto de que se trata es un pedazo de hielo, miramos el experimento como si hubiera confirmado la hipótesis.

Título Paradoxes
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