- ¿Qué puede ser, entonces, Eros? -dije yo-. ¿Un gran mortal?
- En absoluto.
-¿Pues qué entonces?
-Como en los ejemplos anteriores -dijo- algo intermedio entre lo mortal y lo inmortal.
-¿Y qué es ello, Diotima?
-Un gran demon, Sócrates. Pues también todo lo demónico está entre la divinidad y lo inmortal.
-¿Y qué poder tiene? -Dije yo.
- Interpreta y comunica a los dioses las cosas de los hombres y a los hombres las de los dioses, súplicas y sacrificios de los unos y de los otros órdenes y recompensas por los sacrificios. Al estar en medio de unos y otros llena el espacio entre ambos, de suerte que todo queda unido consigo mismo como un continuo.
Banquete 202d-e (Diálogos III, Fedón, Banquete, Fedro, Gredos, Madrid 1986, p. 246-247) |