Nietzsche: contra el pesimismo del resentimiento

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Extractos de obras

Con estos pensamientos -dicho sea de pasada- no pretendo en modo alguno ayudar a nuestros pesimistas a llevar agua nueva a sus malsonantes y chirriantes molinos del tedio vital; al contrario, hay que hacer constar expresamente que, en aquella época en que la humanidad no se avergonzaba aún de su crueldad, la vida en la tierra era más jovial que ahora que existen pesimistas. El oscurecimiento del cielo situado sobre el hombre ha aumentado siempre en relación con el acrecentamiento de la vergüenza del hombre ante el hombre. La cansada mirada pesimista, la desconfianza respecto al enigma de la vida, el glacial no de la náusea sentida ante la vida -éstos no son los signos distintivos de las épocas de mayor maldad del género humano: antes bien, puesto que son plantas cenagosas, aparecen tan sólo cuando existe la ciénaga a la que pertenecen-, me refiero a la moralización y al reblandecimiento enfermizos, gracias a los cuales el animal 'hombre' acaba por aprender a avergonzarse de todos sus instintos.

La genealogia de la moral, Alianza, Madrid 1975, p. 76.