Nicolás de Cusa: la docta ignorancia

Extractos de obras

Según la teología negativa, no se encuentra en Dios otra cosa que la infinitud. Así que, según ella, Dios no es cognoscible ni en este siglo, ni en el futuro, ya que toda creatura es tinieblas en ese orden, por no poder comprender a la luz infinita, que sólo de sí misma es conocida. Por todo esto es manifiesto que, en teología, las negaciones son verdaderas, y la afirmaciones, insuficientes y, sin embargo, las negaciones que remueven del ser perfectísimo las cosas más imperfectas son más verdaderas que las demás, como que es más verdadero decir que Dios no es piedra que el decir que no es vida o inteligencia, y que no es embriaguez más que el que no es virtud. Lo contrario sucede en las afirmaciones; pues es más verdadera la afirmación de que Dios es inteligencia y vida, que la de que es tierra, piedra o cuerpo. [...] De todo ello concluimos que la exactitud de la verdad brilla de manera incomprensible en medio de las tinieblas de nuestra ignorancia. Ésta es la docta ignorancia que estábamos buscando.

De docta ignorantia, libro 1, cap. XXVI (en C. Fernández, Los filósofos medievales. Selección de textos, 2 vols., vol. 2, BAC, Madrid 1980, p. 1118-1119).