Monod: la teleonomía de los seres vivos

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Extractos de obras

La noción de teleonomía implica la idea de una actividad orientada, coherente y constructiva. Por estos criterios, las proteínas deben ser consideradas como los agentes moleculares esenciales de las performances teleonómicas de los seres vivos.

1. Los seres vivos son máquinas químicas. El crecimiento y la multiplicación de todos los organismos exigen que sean cumplidas millares de reacciones químicas gracias a las cuales son elaborados los constituyentes esenciales de las células. Es lo que se llama el «metabolismo». Este metabolismo está organizado en un gran número de «vías», divergentes, convergentes o cíclicas. La orientación precisa y el rendimiento elevado de esta enorme y microscópica actividad química están asegurados por una cierta clase de proteínas, las enzimas, que representan el papel de catalizadores específicos.

2. Como una máquina, todo organismo, incluido el más «simple», constituye una unidad funcional coherente e integrada. Evidentemente, la coherencia funcional de una máquina química tan compleja, y además autónoma, exige la intervención de un sistema cibernético que gobierne y controle la actividad química en numerosos puntos. Estamos lejos aún, sobre todo en los organismo superiores, de haber dilucidado la estructura íntegra de estos sistemas. Hoy se conocen, sin embargo, muchos elementos, y en todos estos casos se ha comprobado que los agentes esenciales son proteínas llamadas «reguladoras», que desempeñan, en suma, el papel de detectores de señales químicas.

3. El organismo es una máquina que se construye a sí misma. Su estructura macroscópica no le es impuesta por la intervención de fuerzas exteriores. Se constituye de forma autónoma, gracias a interacciones constructivas internas. Aunque nuestros conocimientos concernientes a la mecánica del desarrollo son totalmente insuficientes. Sin embargo, se puede, desde ahora, afirmar que las interacciones constructivas son microscópicas. Moleculares, y que las moléculas en litigio son esencialmente, sino únicamente, proteínas.

El azar y la necesidad, Barral, Barcelona 1973, p. 57-58.