Kant: preguntas absurdas

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Extractos de obras

Saber qué es lo que hay que preguntar razonablemente constituye ya una notable y necesaria prueba de sagacidad y de penetración. En efecto, cuando la preguntaes en sí misma absurda y requiere contestaciones innecesarias, supone a veces el inconveniente, además de deshonrar a quien la formula, de inducir al oyente incauto a responder de forma igualmente absurda, ofreciendo ambos el espectáculo ridículo de -como decían los antiguos- ordeñar uno al chivo mientras el otro sostiene la criba.

Crítica de la razón pura, Lógica trasc., Introducción (Alfaguara, Madrid 1988, 6ª ed., p. 97-98).