Cita de Toharia

Extractos de obras
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El esquema representa al sistema general de la acción (con sus cuatro subsistemas: cultural, social, de la personalidad y orgánico) inmerso en su entorno (por abajo, el «entorno físico-orgánico» como frontera con el exterior del subsistema orgánico; por arriba lo que Parsons denomina «realidad última», como dimensión valorativa superior a la que orilla el subsistema cultural). A su vez el subsistema social aparece descompuesto en sus cuatro elementos básicos (o prerrequisitos funcionales), teniendo por entorno a los restantes subsistemas integrantes del sistema general de la acción. Los distintos componentes del esquema aparecen animados por dos flujos inversos: un flujo ascendente de energía (o de factores condicionantes) que a medida que alcanza niveles más altos pierde progresivamente intensidad, y un flujo descendente de información (o de controles conformadores o reguladores) que a medida que alcanza niveles más bajos pierde asimismo intensidad, Así, los escalones más altos del esquema (subsistema cultural y, tras él, subsistema social) son ricos en información, pero débiles en energía, en tanto que los más bajos (subsistema orgánico y, tras él, subsistema de la personalidad) son ricos en energía pero, en cambio, pobres en información. El sistema global cobra así animación y vida mediante la interpenetración de la energía que generan los escalones más bajos y la dirección que a la misa confieren los más altos.

Cf. J.J. Toharia, El funcionalismo normativista: la obra de Talcott Parsons, en J. Jiménez Blanco y C. Moya Valgañón (dirs.), Teoría sociológica contemporánea, Tecnos, Madrid 1978, p. 133-134.