No se ha añadido ninguna twiki todavía.

El término «meme» o su plural «memes», es un neologismo introducido en 1976 por el etólogo Richard Dawkins para designar las unidades de reduplicación o de transmisión cultural.

Richard Dawkins

Este término quiere mostrar, por una parte, una cierta analogía con el término «genes» (término introducido en 1909 por Wilhelm Johannsen para designar las unidades mínimas de transmisión de herencia genética) y, por otra parte, quiere destacar también una cierta similitud con memoria y con mímesis. Según Dawkins, nuestra naturaleza biológica se constituye a partir de nuestra información genética articulada en genes, y nuestra cultura se constituye por la información acumulada en nuestra memoria y captada generalmente por imitación (mímesis), por enseñanza o por asimilación, que se articula en memes (ver texto ). Otros autores han señalado la misma idea y han propuesto otros términos para designar estas unidades mínimas de información cultural. Así, por ejemplo, E.O. Wilson y C.J. Lumsden han propuesto el término culturgen, y aunque en las obras de dichos autores hay un más amplio tratamiento cuantitativo de la transmisión de los culturgenes, se ha acabado imponiendo la terminología de Dawkins, aunque no todos los defensores de la teoría «memética» compartan todas las tesis de dicho autor.

Desde la perspectiva de la teoría de los memes podemos decir que poseemos dos tipos distintos de procesadores de información: a) el genoma o sistema de genes situados en los cromosomas de las células de cada individuo, que determina el genotipo, y b) el cerebro y el sistema nervioso, que permite el procesamiento de la información cultural. La información genética de nuestro genoma se puede dividir en unidades mínimas de información que son los factores hereditarios o genes, que se transmiten sexualmente de una generación a otra mediante su replicación. La información cultural se transmite de cerebro a cerebro (por enseñanza, imitación o asimilación) y puede dividirse en unidadessimples (tales como una idea, un concepto, una técnica, una habilidad, una costumbre, una manera de fabricar un utensilio, etc.), que, no sin cierta ambigüedad, Dawkins llama memes.

Richard Dawkins considera la evolución cultural análoga a la evolución biológica y, en general, análoga a todo proceso evolutivo. Según él para que se dé un proceso evolutivo se requiere: 1- abundancia de elementos diferentes, 2- herencia o replicación, y 3- idoneidad diferencial o número de copias en función de su interacción con el medio. A su vez, la herencia o replicación precisa longevidad, fecundidad y fidelidad de las copias de los elementos o unidades que se replican. Ninguno de estos elementos hace referencia específica a entidades biológicas, por lo que, en general, describen las bases de cualquier proceso evolutivo, biológico o no. Pues bien, de la misma manera que la vida evoluciona por la supervivencia diferencial de los genes, –entidades reproductoras de los organismos vivos, sometidos a selección natural–, la cultura evoluciona mediante la supervivencia diferencial de replicadores culturales, los «memes» o unidades mínimas de información y replicación cultural, que se someten también a un proceso de selección.

La información genética de nuestro genoma se puede dividir en unidades mínimas de información que son los factores hereditarios o genes, que se transmiten de una generación a otra por medios biológicos mediante la replicación de sus genes. La información cultural se transmite de cerebro a cerebro (por enseñanza, imitación o asimilación) y puede dividirse en unidades simples llamadas rasgos culturales (tales como una idea, un concepto, una técnica, una habilidad, una costumbre, una manera de fabricar un utensilio, etc.), generalmente relacionados entre sí formando complejos culturales. La tesis «fuerte» de Dawkins es, pues, que los rasgos culturales también se replican siguiendo un proceso evolutivo regulado por selección natural. Si los rasgos genéticos se transmiten por replicación de los genes, los rasgos culturales se transmiten por replicación de los memes o unidades de información cultural. Por analogía con la agrupación de los genes en cromosomas, se considera también que los memes se agrupan en dimensiones culturales, que pueden aumentar con nuevas adquisiciones culturales. La gran diferencia es que, mientras los cromosomas son unidades naturales e independientes de nuestras acciones, las dimensiones culturales son construcciones nuestras. Así, la cultura no es tanto una(s) forma(s) de conducta, sino más bien información -que se replica a sí misma y adquiere un carácter autónomo- que especifica la forma de la conducta. Esta concepción es conocida como concepción ideacional de la cultura.

Para el conjunto de los memes se dan las características propias de todo proceso evolutivo: fecundidad (algunas ideas son especialmente efectivas,como la idea de Dios, por ejemplo), longevidad (muchas de ellas persisten durante mucho tiempo: la monogamia, o la fe, por ejemplo) y fidelidad en la replicación (carácter conservador de las tradiciones y de muchas creencias y supuestos, especialmente las transmitidas verticalmente: de padres a hijos o de maestros a alumnos). A su vez, se dan en un amplio campo de variación, se replican a sí mismas por mecanismos de imitación y transmisión de cerebro a cerebro y engendran un amplio abanico de copias que subsisten en diversos medios. Con ello tenemos el marco general de un proceso evolutivo que Dawkins compara con la evolución biológica, e incluso llega a aceptar que los memes deben ser considerados como estructuras vivientes no sólo metafóricamente, sino técnicamente. Los memes alternativos, que pueden servir para efectuar la misma función, son llamados alelomemes o memes homólogos. A su vez, los memes pueden agruparse formando macromemes, que constituyen un sistema de muchos memes estructurados e interrelacionados que forman un objeto cultural complejo, tal como una lengua, una teoría, una mitología, etc. En general, la mayor parte de las construcciones teóricas que sustentan la teoría de la evolución de las especies (como las nociones del pool de genes, de deriva genética, etc., son aplicadas por los defensores de las tesis de Dawkins a la teoría de los memes).

De la misma manera que los genes se replican a sí mismos sin proseguir ninguna finalidad más que la de autoreplicarse (y, evidentemente, no son conscientes de dicho proceso), los memes (como otros replicadores: el ARN, ciertos polímeros y cristales, los virus informáticos, etc.) tienden a replicarse sin perseguir tampoco ninguna finalidad: las ideas buenas no son propiamente buenas si no son capaces de ser, al mismo tiempo, buenas replicadoras de sí mismas. De esta manera, los memes son indiferentes a la verdad, como los genes son ajenos a cualquier teleología. No obstante, puede suceder que una característica cultural puede evolucionar de una determinada manera solamente porque es ventajosa para ella misma. Esto permitiría afirmar, como señala Dennett, en contra de la concepción tradicional que defiende que «las personas creían la idea X porque X era considerada verdadera», que se debería más bien afirmar que «el meme X se extendió entre personas porque X era un buen replicador», lo cual explicaría por qué, a pesar de la verdad de una idea ésta no es aceptada, o por qué a pesar de su manifiesta falsedad lo es.

Ahora bien, en la medida en que –a diferencia de los genes– los memes son creación humana, interaccionan con el medio cultural que selecciona los memes en función de su idoneidad, lo que permite que, en general, coincidan los buenos memes (los buenos replicadores) con los memes buenos (que pueden ayudarnos o que permiten el progreso). De esta manera el medio cultural actúa como selección para determinar aquellos memes que pueden sobrevivir. Por supuesto, al igual que muchas mutaciones genéticas son dañinas para la especie, razón por la que no prosperan, y muchas otras son indiferentes para la supervivencia, también en los memes se producen variaciones dañinas y muchos otros memes resultan superfluos o indiferentes. Ya que el medio cultural puede estar dominado por grupos sociales, esto parece recordar vagamente la tesis marxista: «la ideología dominante es, en cada caso, la ideología de la clase dominante». Pero, a diferencia de la tesis marxista, la idoneidad de los memes que permite su supervivencia, escapa al control directo de un grupo social determinado y sigue leyes propias y autónomas.

Al igual que los genes necesitan un vehículo para replicarse (las cadenas cromosómicas), los memes también precisan un vehículo y un soporte. El vehículo es el cerebro. Su soporte puede ser variado y no necesariamente biológico, por ejemplo: los libros, las cintas magnéticas, los discos de ordenador, las partituras musicales, etc. Desde esta perspectiva, los memes actúan como parásitos de nuestros cerebros, como los virus parasitan el mecanismo genético de las células, de forma que nuestros cerebros se convierten en medios para la difusión de los memes, de manera parecida a como se transmiten las epidemias y, como en el caso de éstas, pueden dar lugar a memes endémicos. Parafraseando la tesis caricaturizada de los sociobiólogos según la cual un organismo es el medio del que se valen los genes para perpetuares, o una gallina es el medio del que se vale un huevo para engendrar otro huevo; un cerebro es el medio del que se valen los memes para propagarse y replicarse. Esta conclusión poco halagüeña para la soberbia individual debe ser considerada en el marco de la concepción evolutiva e interaccionista del yo: un individuo es, a la vez, el producto de la evolución biológica y de la evolución cultural, efectuada en interacción con otros yoes, tesis que forma parte de la revolución en contra del narcisismo antropocéntrico, como lo fue en su día la revolución copernicana, el darwinismo o la teoría freudiana del inconsciente. Desde este punto de vista esta tesis se vincula a la tesis estructuralista de la muerte del sujeto y al fin definitivo del dualismo cartesiano.

La teoría de los memes está siendo desarrollada por varios investigadores, que la unen a las tesis de Lumsden y Wilson o que las vinculan con los estudios de Luca Cavalli-Sforza, F.T. Cloak, J.M. Cullen, E. Moritz, A. Lynch, etc. Como explicación de la evolución de la cultura todavía aparece como una pre-teoría en fase de acumulación de datos y de elaboración de un aparato matemático suficiente. Los estudios de Cavalli-Sforza y Marc Feldman proporcionan una buena base de partida para el estudio cuantitativo de la transmisión y evolución cultural, aunque estos autores no defienden exactamente la teoría «fuerte» de los memes de Dawkins. En cualquier caso estos estudios iniciados desde la perspectiva de la genética, la sociobiología y la etología son la primera aproximación no meramente cualitativa al proceso de la transmisión y evolución cultural, y pretenden ampararse en la tradición científica (un buen meme, por cierto) del evolucionismo. Pero mientras los procesos evolutivos biológicos se rigen por el modelo darwiniano, la evolución de la cultura, con intervención humana directa, parece seguir más bien un modelo de corte más lamarckiano que permite la transmisión de caracteres adquiridos y permite una evolución rapidísima comparada con los procesos darwinianos. En cualquier caso, la constitución genética humana está determinada por unos 3.000 millones de nucleótidos procedentes del DNA materno y por unos 3.000 millones más procedentes del DNA paterno. Pero las neuronas del sistema nervioso son 10.000 veces más numerosas y las conexiones entre ellas todavía muchísimo más. De ahí que intentar la creación de un modelo matemático que permita entender la evolución cultural sea todavía una empresa harto dificultosa que, no obstante, empieza a ser acometida por los autores mencionados y por los teóricos de la inteligencia artificial (en este sentido van los estudios de D. Dennett, D. Davidson y otros filósofos que defienden la «memética»),

Por otro lado, vista desde la perspectiva de la filosofía, la doctrina de los memes tiene antecedentes en tesis clásicas. En cierta forma puede verse como un peculiar desarrollo de la teoría de las ideas platónicas, de la teoría averroísta del entendimiento agente, como una interpretación de la filosofía del espíritu de Hegel o de la diferencia husserliana entre noesis y noema, e incluso se podría relacionar con las tesis orteguianas sobre las generaciones. Pero su proximidad mayor es con la teoría del «mundo 3» de conocimientos objetivos sin sujeto cognoscente defendida por Karl Popper. Además, si se considera el contenido objetivo de la información memética (incluida en los memes), y se defiende su carácter autónomo, se defiende una concepción de la cultura semejante a la propuesta por Leslie White (cultura como un continuum)

No obstante, de manera semejante a estas teorías, se mueve todavía en el terreno de las analogías y las metáforas, al menos hasta que consiga un desarrollo cuantitativo y matematizado, y sea capaz de establecer con mayor precisión (como pasa con a la teoría del mundo 3 de Popper) qué debe entenderse propiamente como meme.


Bibliografía sobre el concepto

  • Cavalli-Sforza, Luigi, «Genes, pueblos y lenguas». Investigación y Ciencia, 1980.
  • París, Carlos, El animal cultural. Biología y cultura en la realidad humana. Crítica, Barcelona, 1994.
  • Davidson, Donald, Essais on Actions and Events. Clarendon Press, Oxford, 1980.
  • Mosterín, Jesús, Filosofía de la cultura. Alianza, Madrid, 1993.
  • Dennett, Daniel, La conciencia explicada. Paidós, Barcelona, 1995.
  • Sanmartín, J. (ed.), La sociedad naturalizada. Genética y conducta. Tirant lo Blanc, València, 1986.
  • Wilson, Edward O., Sobre la naturaleza humana. FCE, Madrid, 1983.
  • Wilson, Edward O., Sociobiología. La nueva síntesis. Omega, Barcelona, 1980.
  • Davidson, Donald, Verdad y significado, Interpretación radical, en Valdés Villanueva, L.M. (ed.) La búsqueda del significado. Tecnos, Madrid, 1991.

Relaciones geográficas

Cargando el mapa…