(del griego μανθάνω, manthano, aprender, entender, tomar nota de)
En la historia de la filosofía, este término aparece primeramente entre los pitagóricos, como «lo aprendido», en plural mathemata o, como dirá Platón, lo que es «objeto de conocimiento», por oposición a lo simplemente «oído», akoúsmata. La distinción entre una y otra actividad -comprender las ideas que explican la naturaleza del mundo o simplemente oír afirmaciones y seguir preceptos- marca también la diferencia entre los «akusmáticos» y los «matemáticos», seguidores todos de Pitágoras; estos últimos, noobstante, se consideraban a sí mismos como los auténticos intérpretes del pensamiento del maestro.