No se ha añadido ninguna twiki todavía.

Razonamiento incorrecto, dotado sin embargo de fuerza persuasiva y apariencia de ser un buen razonamiento.

Se distingue entre falacias formales y falacias informales o por razón del contenido.

Falacias formales son argumentos incorrectos por razón de su forma, o estructura, si bien, debido también a su misma forma tienen una cierta apariencia de validez. En los silogismos, las falacias formales más comunes son las que se cometen por razonamientos incorrectos por causa de un término medio no distribuido (que no se toma, por lo menos una vez, en toda su extensión)

ver ejemplo ↓
Los hombres son seres humanos
Los mujeres son seres humanos
_____________________________
Los hombres son mujeres
(El término medio «ser humano» no se toma en ningún caso en toda su extensión, su referente no es toda la clase)

o un doble término medio, que da lugar a la figura llamada quaternio terminorum

ver ejemplo ↓
Un procedimiento criminal es siempre detestable
Perseguir a un asesino es un procedimiento criminal
______________________________
Perseguir a un asesino es detestable

(Hay cuatro términos porque hay «equivocación» en el término «procedimiento criminal»)


En los razonamientos deductivos veritativo-funcionales, las falacias más usuales son la falacia de la afirmación del consecuente

ver ejemplo ↓
Si Cervantes escribió El Quijote, entonces es un clásico
Cervantes es un clásico
________________________________
Cervantes escribió El Quijote

y la falacia de la negación del antecedente

ver ejemplo ↓
Siempre que es primavera Ana siente alergia al polen
No estamos en primavera
________________________________
Ana no siente alergia al polen

En los razonamientos inductivos, las falacias formales más comunes son aquellas en que la conclusión apenas se apoya en las premisas o no se apoya para nada. Así sucede, por ejemplo, en la generalización precipitada

ver ejemplo ↓

Se comete esta falacia cuando lo que es verdadero de algunos miembros de un grupo se considera verdadero para todo el grupo. Así sucede, normalmente, en los llamados prejuicios étnicos. Son inducciones con fundamento demasiado escaso. Ejemplos: «Los catalanes son serios», «los andaluces, alegres».

en la falsa analogía

ver ejemplo ↓

Los ordenadores son máquinas que calculan y resuelven problemas lógicos, además de ser capaces de otras actividades que también los humanos hacen, como por ejemplo recordar. Es cometer una falacia de falsa analogía concluir de todo ello que las máquinas no sólo piensan, sino que también «sienten».

y en la falacia de la falsa causa llamada post hoc, ergo propter hoc

ver ejemplo ↓

Después de ofrecer un cigarrillo a un amigo puede ser que se inicie una relación o una conversación interesante; deducir de aquí que hay una relación de causa y efecto y creer que siempre ha de ocurrir así es caer ilusamente en la falacia post hoc, ergo propter hoc. Las supersticiones no tienen otro fundamento.

Las falacias informales o materiales son argumentos incorrectos, no por razón de su forma o estructura, de la que carecen o que es irrelevante, sino porque, debido a una cierta aptitud psicológica para persuadir indebidamente, parecen argumentaciones. Se dividen normalmente en falacias de ambigüedad y falacias de relevancia o atingencia.

Las falacias de ambigüedad son argumentaciones que recurren a la ambigüedad, esto es, a términos, o enunciados, cuyo contexto no excluye todos los sentidos menos uno.

Las principales son:

1. La anfibología: Cuando la ambigüedad depende del significado confuso de la frase entera o, en el caso de un razonamiento, de la ambigüedad de las premisas

ver ejemplo ↓

El ejemplo clásico de anfibología se relaciona con Creso y el oráculo de Delfos. Las expresiones anfibológicas constituían, como es natural, el principal artículo que se expendía en los oráculos de la antigüedad. Creso, rey de Lidia, planeaba una guerra contra el reino de Persia. Como era un hombre prudente, no quería arriesgarse a emprender una guerra sin tener la seguridad de ganarla. Al consultar al oráculo de Delfos sobre la cuestión, recibió la siguiente respuesta: «Si Creso emprende la guerra contra Persia, destruirá un reino poderosos.» Encantado con esta predicción, Creso inició la guerra y fue rápidamente derrotado por Ciro, rey de los persas. Como se le perdonó la vida, después escribió al oráculo una carta, quizás firmada «un suscriptor encolerizado», en la que se quejaba amargamente. Los sacerdotes de Delfos respondieron que el oráculo había hecho una predicción correcta. Al desencadenar la guerra, Creso destruyó un poderoso reino: ¡El suyo propio! Los enunciados anfibológicos son realmente premisas peligrosas. Sin embargo, raramente se los encuentra en discusiones serias.

__________________________________________________________

I.M. Copi, Introducción a la lógica, Eudeba, Buenos Aires 1972, p. 78-79.

2. El énfasis o acento: Cuando la ambigüedad depende del tono (oral o escrito) que se da a una frase o a un término de la misma

ver ejemplo ↓

«No debemos hablar mal de nuestros amigos.»

Cuando se la lee sin ningún énfasis indebido, la prohibición es perfectamente correcta. Pero si se extrae la conclusión de que podemos sentirnos libres de hablar mal de cualquiera que no sea nuestro amigo, entonces esta conclusión deriva de la premisa solamente si ésta tiene el significado que adquiere cuando se subrayan las dos últimas palabras. Pero, en este caso, ya no es aceptable como ley moral, tiene un significado diferentes y es, de hecho, una premisa diferente. Este razonamiento sería entonces un ejemplo de falacia del énfasis. También lo sería el razonamiento que extrajera de la misma premisa la conclusión de que podemos hacer mal a nuestros amigos, a condición de hacerlo silenciosamente. [...]

Si ampliamos un poco el sentido del término, puede presentarse un caso más serio de esta falacia al hacer una cita, en la cual la introducción o la supresión de bastardillas puede cambiar el significado. Puede darse el mismo énfasis falso sin ninguna variación en el uso de la bastardilla, cuando el pasaje citado es aislado del contexto; pues a menudo solo puede entenderse correctamente un pasaje a la luz de su contexto, que puede aclarar el sentido que se le quiere dar a o puede contener especificaciones explícitas sin las cuales el pasaje en cuestión adquiere una significación muy diferente. Por esto, un autor responsable que hace una cita directa indicará si las palabras que en su cita están en bastardilla lo estaban o no en el original e indicará cualquier omisión de palabras o frases por el uso de puntos suspensivos.

__________________________________________________________

I.M. Copi, Introducción a la lógica, Eudeba, Buenos Aires 1972, p. 80-81.

3. El equívoco: Cuando la ambigüedad proviene de confundir los diversos sentidos que puede tener una misma palabra

ver ejemplo ↓
Hay cosas que no es muy natural que las haga una mujer
Por ejemplo, no es natural que una mujer entre en combate
Lo que no es natural es antinatural
_______________________________________________
Por tanto, es antinatural que una mujer entre en combate


El término «natural» se toma en distintos sentidos: en el de «muy frecuente» y en el de algo que es «por naturaleza».

4. La división: Cuando la ambigüedad proviene de suponer que lo que conviene al todo, o al grupo, conviene también a la parte, o al miembro del grupo, como si lo verdadero respecto del todo se dividiera en partes.

ver ejemplo ↓

La lotería, la «loto» y las quinielas normalmente siempre tocan a alguien; por tanto, si tocan a los demás, ¿por qué no va a tocarme alguna vez a mí?

5. La composición: (inversa de la anterior) La ambigüedad proviene de atribuir al todo o al grupo lo que conviene a la parte o al miembro del grupo, como si lo que conviene a la parte debiera convenir igualmente al todo

ver ejemplo ↓

Un cierto ejemplo sutil de falacia de composición podría ser la facilidad con que la gente tiende a aceptar el dicho de Heráclito según el cual «no podemos entrar dos veces en el mismo río». Si un cierto día me baño a orillas del Nilo y repito la operación al día siguiente, ¿acaso no he entrado a bañarme dos veces en el Nilo? ¿Por qué, pues, se cree tan fácilmente el dicho de Heráclito? Sean S1 y S2 dos sitios adyacentes por los que pasa el Nilo y hagamos de A1-A4 el conjunto de moléculas que pueden ocupar los sitios S1 y S2. Contemplando tres instantes sucesivos de tiempo t1-t3, la configuración del agua en cada lugar puede ser la siguiente :

t1: A2 A1 t2: A3 A2 t3 : A4 A3

S1 S2 S1 S2 S1 S2

Imaginamos que las aguas del río corren en dirección de S1 a S2, y que A1 es la primera cantidad de agua que alcanza el sitio S2, mientras que A4 es la última. Si imaginamos diagramas momentáneos de este tipo para todo el Nilo, podríamos admitir que cada diagrama representan un escenario temporal del Nilo. Podemos representarnos el Nilo, que se mantiene a través del tiempo, compuesto por sus estadios temporales. Ahora bien, lo que está claro es que uno no puede estar dos veces en el mismo estadio temporal del Nilo, porque el agua corre río abajo. Concluir de esto que uno no puede entrar dos veces en el Nilo sería cometer una falacia que puede analizarse como

Composición : Si «no poder entrar dos veces» es verdadero de los estadios temporales del Nilo, entonces «no poder entrar dos veces» es verdadero también del Nilo.

_____________________________________________________________________

F.W. Dauer, Critical Thinking. An Introduction to Reasoning, Oxford University Press, Oxford-Nueva York1989, p. 254

Las falacias de relevancia o atingencia son argumentaciones en las que las premisas no tienen relevancia lógica (o atingencia) respecto de la conclusión; lógicamente no tienen nada que ver con la conclusión, esto es, son irrelevantes al respecto. Pero sí tienen que ver psicológicamente, puesto que básicamente recurren a sentimientos de piedad, temor, vanidad, etc., o a prejuicios.

Las principales son:

1. Argumentum ad baculum (o apelación a la fuerza): Cuando la fuerza persuasiva de la argumentación reside únicamenteen la fuerza que posee quien propone el argumento, o la fuerza de tipo externo que se nombra o personifica en el argumento

ver ejemplo ↓

«La justicia es el derecho del más fuerte» (Trasímaco)

2.Argumentum ad hominem(o argumento dirigido contra la persona de alguien, o «contra el hombre»): Que puede ser de dos clases. El ofensivo, o argumento de réplica, que no se preocupa por referirse a la verdad de los argumentos, las razones o las tesis del adversario, sino que pone en cuestión o critica a la persona que los propone

ver ejemplo ↓

Toda actitud contraria a la del dicho: «La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero».

El circunstancial, en el que, de nuevo, no interesan las razones aducidas, sino las circunstancias que rodean a la persona que las propone

ver ejemplo ↓

Cuando se desconfía de las razones que presenta un objetor de conciencia, porque se sabe que está en edad de prestar servicio militar.


3. Argumentum ad verecundiam (o falsa apelación a la autoridad): En que el razonamiento falaz se apoya no en razones, sino únicamente, en alguna autoridad exterior al argumento. Invita a no seguir el propio criterio y a fiarse sólo del que tiene autoridad. No se comete esta falacia cuando se recurre al experto en la materia, la única autoridad aducible. Por autoridad se entiende también la tradición, la mayoría, el grupo, etc.

ver ejemplo ↓

Cualquier opinión que manifiesta, por ejemplo, sobre política, un famoso en cualquier otra actividad distinta de la política. Toda persona tiene derecho a opinar sobre cualquier cosa, pero el «famoso», cuando opina sobre lo que no es experto, ejerce un efecto persuasivo sobre la persona «modesta», comparable a una falacia de autoridad.

4. Argumentum ad ignorantiam (apelación a la ignorancia): La falacia que consiste en creer que algo está demostrado precisamente porque no hay argumentos en contra

ver ejemplo ↓

«Es perfectamente razonable pensar que hay una vida después de esta vida, puesto que nadie ha dado hasta el momento un argumento convincente de que no pueda haberla».</font>

Esta forma de argumentar es falaz, menos cuando se trata de suponer la inocencia de alguien si no hay pruebas de lo contrario.

5. Argumentum ad populum (apelacióna los sentimientos del pueblo o de la masa): Cuando se recurre a una terminología emotiva para provocar los sentimientos de la gente

ver ejemplo ↓

«Lo dice todo el mundo».

6. El falso dilema: Consiste en presentar dos alternativas como únicas salidas a un problema, cuando en realidad existen otras posibilidades. Una de las maneras de presentar el falso dilema es convertir en contradictorios simples enunciados contrarios

ver ejemplo ↓
Si estudio todo el día me aburro y si no estudio todo el día
suspendo
_______________________________________________
O me aburro o suspendo

El razonamiento es un falso dilema porque olvida (quizá conscientemente) que hay una tercera posibilidad de «escabullirse de entre los cuernos del dilema»: estudiar lo suficiente y necesario para sacar buenas notas.

7. La falacia de «blanco o negro»:Cuando se presentan dos alternativascomo las únicas posibles en una cuestión que, por lo demás, no se presenta como un dilema

ver ejemplo ↓
Quien no está conmigo está contra mí
Tú no eres amigo mío
_____________________________
Eres mi enemigo

El razonamiento, formalmente correcto, es una falacia de «blanco o negro», porque la primera premisa ignora la posibilidad real de no tener sentimientos definidos, ni a favor ni en contra de alguien.

8. Argumento del Tu quoque («tú también», o «mira quién habla»):Cuandose acusa al oponente de que su conducta no está de acuerdo con los puntos de vista que defiende. Es una especie de falacia ad hominem

ver ejemplo ↓

«¡Mira quién habla! Me estás diciendo que deje de fumar y tú fumas como una chimenea».

9. Ignoratio elenchi ( tesis o conclusión irrelevante): Cuando se manifiesta ignorancia respecto de lo que se discute. Las premisas son pertinentes respecto de la conclusión, pero ésta no tiene nada que ver con lo que está en cuestión. Puede tratarse de una crítica irrelevante, de las ideas del oponente, o de una defensa también irrelevante, de la opinión propia

ver ejemplo ↓

Si se intenta probar, por ejemplo, que los blancos son superiores a los hombres negros, aduciendo que la mayoría de grandes científicos son blancos, que lo son los grandes políticos del mundo occidental, que el coeficiente mental de los negros de América es inferior, etc. Y si alguien replica, para contrarrestar el argumento, que los grandes jugadores de baloncesto son negros, que muchos grandes músicos de jazz son negros, que los grandes velocistas son negros, etc.

Tanto el que propone la tesis general de la superioridad de los blancos como quien propone la réplica cometen falacia de ignoratio elenchi: aunque sean verdad los datos que se aportan, tales argumentos sólo prueban la superioridad en aspectos particulares para unos o para otros, pero son en realidad argumentos irrelevantes para argumentar una superioridad que los estudios étnicos niegan en absoluto.

10. De accidente (también llamada falacia del secundum quid): Consiste en aplicar una regla general sin tener en cuenta sus posibles y justificadas excepciones, o la llamada cláusula ceteris paribus

ver ejemplo ↓

«Todo el mundo tiene derecho a la libertad», por tanto también los presos justamente condenados a la privación de la misma.

11. Falacia genética: Argumentación que tiende a rechazar un concepto o noción por el mero hecho de que se conoce su origen que de alguna forma los hace sospechosos; o cuando se juzga algo sólo teniendo en cuenta su génesis

ver ejemplo ↓

Según Freud, la religión se explica como una «neurosis obsesiva de la humanidad»; esto es, tiene un origen psicológico. Puede ser una falacia la pretensión de afirmar que no tiene otro origen ni razón de ser que este fenómeno psicológico.

Juzgar que una pieza de ropa es buena, no por un análisis que se hace de la misma, sino porque es de «tal» marca.

Además de éstas, existen otras falacias de cierta importancia, como la petición de principio, la pregunta compleja, las falacias modales y la falacia del jugador.

1490A.png
1490B.png