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Condicional de la forma «si ...entonces», en el que el verbo está en el modo subjuntivo: «Si pusiéramos esta vela de parafina en agua hirviendo, entonces se fundiría» (Hempel). Se llama también condicional contrafáctico. Es la manera típica en que se expresan las leyes de la naturaleza (ver ejemplo 1, ejemplo 2 y ejemplo 3).



Ejemplo 1

Se supone que el antecedente es falso.
Ejemplos:
«Si el Tratado de Versalles no hubiera impuesto indemnizaciones onerosas a Alemania, Hitler no hubiera llegado al poder».
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Cf. E. Nagel, La estructura de la ciencia, Paidós, Barcelona 1981, p. 78.
«Si Minerva fuera una mujer, sería mortal».



Ejemplo 2

Un físico puede enunciar, al intentar un experimento, el siguiente contrafáctico que no supone que el antecedente sea falso: «Si se acortara la longitud de un péndulo a a un cuarto de su longitud actual, su período habría sido la mitad de su período real».
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Cf. E. Nagel, La estructura de la ciencia, Paidós, Barcelona 1981, p. 77.



Ejemplo 3

Si los tiburones fueran hombres -preguntó al señor K. la hija pequeña de la patrona-, se portarían mejor con los pececitos?
-Claro que sí -respondió el señor K.-. Si los tiburones fueran hombres, harían construir en el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como materias animales. [...] Si los tiburones fueran hombres, se habrían naturalmente la guerra entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. [...] Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos, y sus fauces como puros jardines de recreo en los que da gusto retozar. [...] Habría asimismo una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones. [...] En una palabra: habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.
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B. Brecht, Historias de almanaque, Alianza, Madrid 1981, p. 132-134.