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(en griego (<ä24 F,"LJÏ<, gnôthi seautón) Una de las inscripciones atribuidas a los antiguos legisladores griegos, entre ellos los denominados Siete Sabios, grabadas en el frontón o en las paredes del templo de Delfos, dedicado a Apolo, junto, por ejemplo con las de «Nada en exceso», «Da fianza y ya tienes ruina», con las que los antiguos griegos recordaban a sus conciudadanos las máximas principales de la conducta y la moral griegas. Esta máxima, en concreto, invitaba a los hombres a tener conciencia de sus propios límites ante los dioses, evitando una posible desmesura, soberbia o hybris (ὕβρις). La invitación al propio conocimiento, o a la introspección, se convierte en Sócrates, como atestigua Platón (ver cita 1 y cita 2), y por fusión con el mandamiento divino «sé sabio», en el punto de partida de la ignorancia todos los[nou46jsf.htm diálogos] socráticos. La literatura filosófica, por otro lado, la ha considerado socrática (método socrático) |
por excelencia, en cuanto es el presupuesto con el que se inicia la mayéutica y como expresión característica de la función de la filosofía. |
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