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(del griego χαρακτήρ, kharaktér, marca, señal impresa) La parte de la psicología que estudia el carácter o simplemente la ciencia del carácter, y que tiene en cuenta sus aspectos hereditarios y adquiridos. Puede considerarse como parte de la psicología diferencial -aquella que trata de las diferencias psicológicas que existen entre los individuos- y también como parte de la psicología general, porque ha de relacionar las características individuales con las teorías más integradas de la personalidad y porque establece tipologías generales. La descripción de los diversos tipos de carácter data de la antigüedad: Teofrasto de Ereso, discípulo de Aristóteles, describe, en su obra (perdida) Caracteres, hacia el año 318 a.C. una treintena de tipos «morales»; la teoría de los «humores», de Hipócrates y Galeno (sangre, flema, bilis y atrabilis), complementada por una teoría de los temperamentos, marca una pauta que dura siglos. En el s. XVII, La Bruyère imita, incluso en el título, la obra de Teofrasto. La palabra «caracterología» surge en el s. XIX, empleada por primera vez por Julius Bhansen (1830-1881), y las primeras teorías caracterológicas pertenecen al primer tercio del s. XX. Las primeras son de inspiración filosófica y carecen de base experimental. Así, por ejemplo, E. Spranger (1882-1963), filósofo y psicólogo alemán, discípulo de Dilthey, distingue seis tipos fundamentales de hombres según seis áreas de la cultura: teórico, económico, estético, social, político y religioso. Ludwig Klages (1872-1956) y Philipp Lersch (1898) han descrito igualmente notables caracterologías filosóficas. Con el empleo de las primeras mediciones psicodiagnósticas y el recurso a las estadísticas aparecen las primeras tipologías clásicas con base empírica: unas, como las del alemán E. Kretschmer y el americano W.H. Sheldon basadas fundamentalmente en la observación de la constitución física y morfológica de los individuos que se consideran tipos (biotipologías), y otras, como las psicotipologías o simplemente caracterologías de los holandeses G. Heymans y Wiersma y el francés R. Le Senne, más bien fundadas en factores psicológicos dominantes y centradas en el concepto de función primaria, la que depende inmediatamente del estímulo, y secundaria, más en dependencia de la representación mental (o tipos psicológicamente primarios o secundarios). La conocida biotipología de Kretschmer establece tres tipos morfológicos: pícnico, leptosomático y atlético, a los que corresponden los temperamentos ciclotímico, esquizotímico y baricinético respectivamente. La tipología de Scheldon distingue los tipos endomorfo, ectomorfo y mesomorfo, con los correspondientes temperamentos somatotónico, viscerotónico y cerebrotónico. Por su parte, la caracterología de G. Heymans, Wiersma y Le Senne distingue hasta ocho tipos básicos basados en la combinación de tres factores fundamentales, emotividad, actividad y repercusión (función primaria o secundaria): colérico, apasionado, nervioso, sentimental, sanguíneo, flemático, amorfo y apático.


La psicología actual recurre más bien al concepto de «dimensión» y a las teorías factoriales para el estudio y conocimiento de la personalidad.