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¿Qué es?
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(1509-1588) HIST.
Filósofo renacentista italiano, nacido en Cosenza, Calabria. Estudió filosofía y ciencias de la naturaleza en Milán y Padua, ciudad esta última donde entró en contacto con el pensamiento de Aristóteles, según las escuelas alejandrista y averroísta. Volvió a Cosenza, donde permaneció de 1553 a 1563, presidiendo la Academia Cosentina de orientación empírica; pasó luego a Roma y Nápoles y volvió finalmente a Cosenza. A partir de 1565 inicia la publicación de los nueve libros de su gran obra De rerum natura iuxta propia principia [La naturaleza de las cosas según sus propios principios], que no acabará hasta 1586. En ella propone un estudio de las ciencias de la naturaleza, de la física, en la línea de los nuevos filósofos del Renacimiento. Defiende, en contra de la tradición aristotélica y de la orientación mágico-hermética de algunos renacentistas, que la ciencia ha de centrarse en el conocimiento empírico de la naturaleza, que concibe como una física autónoma y natural. Para explicar la composición de los cuerpos físicos, recurre a ideas de los presocráticos. Los distintos elementos deben su origen a los «principios propios de la naturaleza»: son éstos el calor y el frío, como «naturalezas agentes», que necesitan de un cuerpo, como «masa corpórea» a la que adherirse; elimina, pues, tanto los cuatro elementos clásicos de Empédocles como la teoría hilemórfica de Aristóteles. Todo fenómeno de la naturaleza se explica por la acción de los principios sobre los cuerpos y su capacidad recíproca de sentir la acción del otro; todas las cosas sienten (hilozoísmo y panpsiquismo), si bien sólo los animales poseen órganos de sensibilidad diferenciados. En éstos y en el hombre está presente un espíritu de origen biológico, o cuerpo sutilísimo, que tiende a la autoconservación. En el hombre presenta la doble capacidad de deseo y pensamiento y es, a la vez, la fuente de la moralidad natural: bien es lo que contribuye a la autoconservación; mal, lo que la destruye. En el hombre, además, hay una mente, o «alma añadida», divina e inmortal. Por ella, forma del cuerpo y del espíritu, trasciende el hombre el plano meramente natural. Su manera de pensar fue seguida por Tommaso Campanella y, de algún modo, por Francis Bacon y Thomas Hobbes.
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