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(del griego μοῖρα, dar a cada uno su parte, el lote o la dote que le corresponde) Se traduce generalmente como destino. En las antiguas teogonías y cosmogonías la μοῖρα aparece como suprema, pues no sólo los hombres, sino incluso los dioses están sometidos a ella. En cierto modo esta noción va unida a la de "Æf< (aión): la vida finita o el tiempo que nos toca vivir y que nos otorga el destino. Lo que marca la diferencia entre los dioses y los hombres es que los primeros, que son inmortales, conocen los designios de la moira, aunque no pueden ir contra ellos; mientras que los hombres, mortales e ignorantes, desconocen dichos designios. |
En Hesíodo, las tres Moiras (cuyo nombre latinizado es el de las Parcas), son Láquesis, Cloto y Atropo -hijas de Zeus y Temis (la necesidad o G<V(60, anankhé)-, y se representan hilando, es decir, tejiendo el futuro y el destino de la humanidad y del universo, que es regido por dicha G<V(60. Esta imagen es reproducida por Platón en la República (617b), y de manera algo diferente en el Timeo (47e-48a, ver texto ). |